Nacionalización del cobre

"Mientras tanto el país también se preparaba para una prueba global. Había una aspiración del gobierno que era “nacionalizar” el cobre, nuestra principal riqueza, que sin embargo, no pertenecía a los chilenos.
¿A que se debía esto? Los principales yacimientos pertenecían a empresas extranjeras, principalmente, de capitales norteamericanos. Quienes explotaban para beneficio propio, sin casi aportar nada a Chile. Resumido esto en las palabras del presidente Allende: los gobiernos de gran parte del siglo xx, habían entregado nuestras riquezas, sin importarles el bien de Chile.
“Porque los grupos minoritarios que gobernaron el país, las viejas y rancias oligarquías siempre estuvieron comprometidas con el capital foráneo y muchos de sus miembros defendieron los intereses extranjeros, postergando los sagrados intereses nacionales. Queremos que se entienda, entonces, que ha habido en los últimos decenios dos concepciones distintas. La primera, típicamente capitalista, para entregar el manejo del cobre, libremente, a las empresas, en el juego de la industria privada. Por eso, lamentablemente, también hay que recordar que, cuando se entregaron estas riquezas, se negó a los chilenos la capacidad de poder manejarlas. Se menospreció al hombre nuestro, y se nos entregó a la tutela extranjera. Ello no sólo permitió que salieran de la patria cantidades fabulosas de dinero, riquezas inmensas para ir a tonificar economías extrañas, sino que esta misma dependencia nos impuso no sólo, repito, la salida de recursos económicos, sino, al mismo tiempo, limitó nuestras posibilidades de preparación técnica.” (Discurso presidente Allende, 11-07-1971)
Los últimos día de junio fueron bastante helados, vinieron lluvias torrenciales, y dentro de los primeros diez días de julio, se complico la situación, incluso nevó en Santiago. Situación que no ocurría en casi cien años. La nieve era un hermoso espectáculo. Pero yo no podía dejar de pensar en la gente que vivía en campamentos alrededor de la capital. Primero las lluvias intensas, el barro, el frío, la nieve. No contenta la naturaleza, remató con un terremoto en la zona central.
“Hoy sábado 10 de julio de 1971, son la doce del día y estoy en cama. Estoy resfriado, el jueves 8 durante el terremoto tuve que salir arrancando a medio vestir y sin zapatos. Aquí fue grado 7 el sismo. Eran como las once de la noche, nosotros con mis hermanos estábamos “leseando” cuando empezó a temblar muy fuerte, de un salto salimos de la cama y bajamos la escalera, para salir al patio. Mi abuelita Bersa y mi hermana Marcela que dormían en el primer piso, no salieron nunca, razón por la cual sin dudarlo un segundo regrese al interior de la casa y salí con ellas. A todo esto seguía temblando, el suelo se movía y parecía que estaba sobre el mar, me imaginaba que el suelo se iba a abrir. Fueron minutos interminables. Ya afuera , recién dejo de temblar. (Diario del autor)”

“Hoy es el día de la dignidad nacional y de la solidaridad. Es el día de la dignidad, porque Chile rompe con el pasado; se yergue con fe de futuro y empieza el camino definitivo de su independencia económica, que significa su plena independencia política. Es el día de la solidaridad, porque Chile ha sido castigado por la fuerza de la naturaleza.
Hace poco, temporales, lluvias implacables, el frío y el peso de la nieve golpearon las casas, las industrias; destruyeron parte de las instalaciones, de los trabajos agrícolas. Y ahora hace pocas horas, minutos, por así decirlo, tres provincias: Valparaíso, Aconcagua, en el departamento de Petorca y Coquimbo, en Illapel, han sido sacudidas violentamente por un sismo que ha significado dolor, miseria y sufrimiento para cientos y miles de nuestros compatriotas.” (Discurso sobre la nacionalización del cobre, presidente Allende, 11-07-1971)
El viernes siguiente al temblor y terremoto en algunas localidades, se suspendieron las clases y partir del lunes siguiente se adelantaron la vacaciones hasta el 7 de agosto.
Chile esos días recuperaba para si sus riquezas esenciales. La valentía del presidente, estaba fundamentada ya que en el gobierno anterior Chile había pagado el 50% de las empresas que eran dueñas de los yacimientos de cobre. Sin embargo, dicho 50% nos había costado más caro que el valor real de dichas empresas. Además las utilidades obtenidas por ellas no justificaban una compensación mayor a la ya entregada. Habían ganado utilidades superiores al 11% incluso llegando en algunos casos a un 30%. Allende rompía así con el imperio económico norteamericano. Sin embargo, el imperio contraataca, Nixon, entonces presidente de Estados Unidos, ordena que se embarguen todos nuestros cargamentos de cobre en Europa. Además libera las reservas de cobre norteamericanas de forma que su precio baje en el mercado internacional, por cada centavo de dólar, que baja la libra de cobre, Chile pierde más de 12 millones de dólares. En ese tiempo la libra no costaba más de 50 centavos de dólar. Además instruye a la CIA, para apresurar la caída del gobierno de Allende.
En Chile, los trabajadores chilenos, elevan la producción de cobre a niveles históricos. Es según el presidente “el sueldo de Chile”, será palanca de un desarrollo social en viviendas, educación y salud. El pueblo recupera su riqueza. Sin embargo, el odio imperialista y el odio interno de la oligarquía se acrecientan. Este odio dará después expresión a una rabia revanchista, despiadada y criminal sobre miembros del gobierno de la Unidad Popular y sobre integrantes del pueblo que apoyaban a Allende"
(Publicado por Roberto Aliste Gómez (Estracto del libro "El colegio en cien palabras)

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